
La Ruta de los Molinos Harineros de Calldetenes, inaugurada el 1994, ha permitido la recuperación de un camino que bordea el torrente iris y de los diferentes elementos hidráulicos que abastecían años ha los seis molinos que hay a lo largo de su recorrido. Se trata de un camino con poco desnivel, con puentes y pasos que permiten observar a lo largo de casi 3 km toda una serie de canales y riegos, bajos, esclusas, fonts, “sillitas” y molinos; todos ellos elementos de arquitectura hirdràulica que permitían aprovechar todo el caudal de agua del torrente.
también, alrededor de esta ruta, se agrupan algunas de las casas más antiguas del pueblo. El recorrido es de poca longitud, suave y llano, y enlaza los pueblos de Calldetenes y Sant Julià de Vilatorta. A més, nos invita a descubrir rincones escondidos de la naturaleza a la vez que nos il·ilustra sobre la primera industria que hubo en el municipio.
La ruta comienza en el Molino de la Colina (emplazamiento B en el mapa), que es uno de los molinos más viejos del municipio, aunque no conocemos la fecha de edificación. Los Pujol lo adquirieron del mas Jorobado el siglo XIII, y ya el 1550 Joan Pujol y Joan Aragall firmaron un contrato por el que el primero daba la libertad de poder utilizar el agua que salía de su molino al segundo, bajo ciertas condiciones.
El molino de la Colina tiene la sillita situada a la altura de Can Vinyets, y desde allí el agua es conducida por un riego hasta llegar a la balsa. Si continuamos la ruta nos encontraremos con la fuente de las Eras, donde mana agua de la mina de la Frontera. La fuente fue construida a cambio de los derechos de paso de la primera tubería que llevaba el agua en Vic. Desde esta fuente es muy fácil acercarnos a la casa de la Frontera y del Verdaguer, aunque nos desviamos por un momento de la ruta.
El Verdaguer presenta un aspecto inmejorable y conserva aquellos elementos que demuestran su antigüedad e importancia, mezclados con las diferentes edificaciones que se han ido añadiendo a lo largo de los tiempos. La primera noticia documentada que tenemos fecha de 20 de marzo de 1254, aunque seguramente es más antiguo. Con el tiempo los Verdaguer se convirtieron en uno de los propietarios más importantes del municipio.
El mas Frontera, rico por las aguas de la mina que durante muchos años abastecieron el pueblo, se pierde en los orígenes de los tiempos. La primera noticia que tenemos de la casa, aunque no conocemos la fecha exacta, es de mucho antes del siglo XIII y nos lo ubica lindando con las tierras de la vil·la Tenes. En 1212 encontramos el primer documento que nos habla de los inquilinos de la casa. hasta 1371 a la documentación constan dos masías: el Frontera soberano o de arriba y el Frontera jussà o de valle. Acabarán unidos el 1371, constante el mas Frontera soberano como derruido y deshabitado y quedando sólo el mas Frontera jussà o de valle. La casa actual ha sufrido muchas modificaciones y se le ha añadido anexas y otros elementos. De tota manera, todavía se puede apreciar la construcción inicial de tipo basilical, a dos aguas, lo que demuestra su antigüedad. La Frontera tiene un molino, el molino de la Frontera.
Si deshacemos el camino y volvemos hacia la ruta de los molinos, desde la fuente de las Eras nos es fácil llegar hasta la casa de las Eras. El mas las Eras ha sido restaurado recientemente, y se ha añadido algunos elementos arquitectónicos en la entrada que modifican un poco su aspecto original. Sin embargo, la estructura de la casa es la típica de la masía catalana. La primera noticia que tenemos de las Eras es del 1196.
Situados en la fuente de las Eras y continuando la ruta de los molinos, llegaremos al molino de la Frontera. Aunque no conocemos la fecha en que fue edificado, debe ser casi tan antiguo como el molino de la Colina. Lo que sí sabemos es que el año 1232 los habitantes de los dos masías Frontera -Arnau de Frontera y Bernat de Frontera-, llegaron a un acuerdo para la utilización del molino, que tenían a medias. así, pactaron disponer una semana cada uno, a semanas alternas, a contar desde la puesta del sol del sábado.
Un poco más arriba del molino de la Frontera está el de Rosanes. No ha llegado información que haga referencia explícita al molino de Rosanes de antes de 1650, pero sabemos que el 1398 la familia Rosanes estaba instalada·lada al término iris de Riudeperes. En cuanto al molino, tenía dos carretes que hacían girar dos muelas. Con la construcción del eje transversal se estropeó la antigua balsa del molino.
Continuando ruta arriba y después de cruzar el eje transversal por debajo del puente de las Villas, llegaremos al molino de la Calvaria. El molino de la Calvaria ha ido ligado siempre a la casa del mismo nombre, de la que hablamos en la ruta del románico. Por los rastros de la esclusa su antigüedad se remonta al siglo XI y la primera noticia documental que tenemos es del 1236. Está compuesto por el molino en la planta baja y una vivienda, construido en el siglo XVI, en el primer piso. En la puerta de la vivienda se lee la inscripción JHS MUERTE CALVARIO LOS DE ASI RECUERDE. 1596. En los primeros tiempos pagaba censos al monasterio de Santa María del Lago, que tenía los derechos, y a partir del siglo XIV era de dominio real.
El molino funcionó hasta el año 1980. Más tarde se restauró para transformarse en museo.
En él se mostraba todo el ciclo del trigo, desde que se planta hasta su panificación una vez ha sido transformado en harina. También había muestras de los cereales que se sembraban en la zona y de las herramientas que se han utilizado a lo largo de los tiempos para cultivarlos, un pajar y varios cacharros, además de fotografías antiguas y actuales.
En cuanto a las funciones específicas del molino, al de la Calvaria se podía ver el proceso de molienda del trigo mediante el aprovechamiento de la energía hidráulica. Una vez transformado el trigo en harina gracias a la acción de las dos muelas de que dispone el molino, también era posible apreciar los procesos que se seguían para seleccionar la harina según cual fuera su calidad (primeras, segundas, terceras, etc.)., o la patera para poder amasar el pan. La fuerza hidráulica del molino también se aprovechaba para afilar las herramientas del campo.
El penúltimo molino de la ruta es el Molino de la Navidad, que estaba bajo el dominio de la casa Alta-orilla, que a finales del siglo XIX aunque el conservaba entre sus propiedades. La vivienda está totalmente modificado y es difícil encontrar restos del antiguo molino. Antiguamente el torrente embalsa en este lugar y se reconducía el agua hacia el cárcavo.
Poco después del molino de la Navidad encontramos la Font Roja, que es una gran mina de agua del mas Alta-orilla. Hay una mesa muy desgastada, que no es más que una antigua rueda de molino.
El último molino de la ruta es el de Alta-orilla. Ligado a la casa del mismo nombre, que tratamos en la ruta de San Marcos, del molino en sí conocemos pocas cosas. Fecha de al menos el siglo XIII, pero fue reconstruido posteriormente, seguramente porque alguna riada se llevó el primer edificio.
También sabemos que el 1287 Ponç de Alta-orilla dio licencia y plena potestad a Guillem Genovés para poder tomar toda el agua que saltaba de la esclusa del molino de Alta-orilla, de manera que éste pudiera conducir el agua a su molino y regar sus tierras.
En cuanto a las características, era el único molino que había sin vivienda. El obrador se encontraba justo después del pozo de la balsa y en el interior había sólo un juego de muelas. También tenía un esquineros, una almazara que al girar servía para sacar la cáscara y romper un poco el grano. Es así como se hacía el llamado trigo de cobre, que se comía cocido.
Texto del autor: Jordi Vilamala